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VENES
(…llum tàctil)

for baritone saxophone, accordion, percussion, cello and piano

World Premiere:
Ensemble Espai Sonor
November, 2015
Auditorio de Zaragoza (Spain)

Esta obra nace a partir de una experiencia vivida en las cuevas prehistóricas del norte de España y sur de Francia. Lo que en principio se presenta como un espacio caótico y oscuro en el interior de la caverna, se torna con los correctos juegos de luces en un gran universo simbólico de difícil lectura. La luz se convierte en un elemento imprescindible, en la puerta a un gran sistema semántico que, habiendo perdido la tradición oral que transmite la llave, no es posible abrir.

El amnésico visitante se encuentra perdido entonces en un laberinto de retazos inconexos y ruinas distorsionadas por el tiempo. Otorgar a la luz tal poder es una forma recurrente de actuar en la cultura humana: por ejemplo, en la arquitectura románica, con esa luz tenue que matiza las policromías de las paredes y que proyecta en su recorrido por el interior del edificio -o en su interacción con él- toda una sutil narrativa religiosa invisible a los ojos inexpertos; o en el ya mencionado arte rupestre, donde los contrastes entre la tintineante luz de las lámparas de grasa y la penumbra se convierten en un elemento necesario para dotar de dinamismo y vida a ciertos trazos de pintura que, hasta que determinadas sombras se proyectan sobre ellos y configuran imágenes, parecen flotar sobre la pared en un absurdo sinsentido.

VENES (…llum tàctil) abre con este último ejemplo, el de la luz de las cavernas, un tríptico que reflexiona sobre los lenguajes perdidos de la luz. Aquellos que se vuelven superficialmente inconexos y vacíos sin los conocimientos necesarios para interpretarlos. De la misma forma que la luz dota de sentido a los gestos grabados sobre la pared, en VENES deja vislumbrar de forma sutil un gran muro sonoro abarrotado de trazos, símbolos e imágenes. Sólo que la luz no funciona como fenómeno visual, sino sonoro: a través del trabajo con la memoria, del continuo retorno a paisajes ya transitados, del trabajo con materiales parcos y toscos engarzados sutilmente y de delicadas resonancias, se teje en esta obra un discurso marcado por los claroscuros, por gestos densos contrastados con vacíos y por expansiones y contracciones constantes de la información musical.

VENES —que significa “raíces” en patués, una lengua casi extinta del Valle de Benasque— es, en definitiva, un espacio temporal para la contemplación de este muro. Una reflexión sobre el olvido a través de la desmemoria del hombre, que ha perdido la capacidad de comprender el lenguaje en el que están escritos sus propios orígenes.

 

De la misma forma que la luz dota de sentido a los gestos grabados sobre la pared, en VENES deja vislumbrar de forma sutil un gran muro sonoro abarrotado de trazos, símbolos e imágenes.”